Reflexiones sobre Argentina

El Secretariado Permanente de la Red Latinoamericana y del Caribe para la Democracia (REDLAD) reconoce la necesidad de la alternancia en la representación política como pilar para que los países puedan contar con una democracia de calidad. Por lo cual, comparte el optimismo y esperanza que generó la elección de Mauricio Macri para la presidencia de Argentina, es especial en un momento en el que las denuncias de corrupción y abuso de poder del gobierno anterior seguían aumentando.

Ahora bien, es comprensible que todo cambio de poder político genere polémicas y que las transformaciones e innovaciones que los nuevos gobernantes creen traumatismos; en especial si se requieren reformas que permitan trazar nuevos rumbos para el país y abrir nuevos espacios de participación política. Sin embargo, es deber de quien asume el poder garantizar que la transición sea lo menos traumática posible y que, en especial, no vulnere los derechos fundamentales de beneficiarios de programas sociales, cuadros burocráticos del gobierno anterior y ciudadanos simpatizantes políticos. Es de recordar que en las Democracias, los gobiernos responden no sólo a quienes los eligieron, la ciudadanía en pleno debe estar incluida en las decisiones, para garantizar la democracia participativa, mucho más compleja y deseable que la ya desgastada democracia representativa.

En el caso particular argentino, tras su triunfo con un 51.78% del voto a su favor, Mauricio Macri ha impulsado múltiples cambios que, con la sana intención de brindar beneficios a largo plazo para el país, han tenido algunos impactos negativos para ciertos sectores de la sociedad. Se reconoce la vocación de cambio del nuevo gobierno y aunque actualmente se ha hecho un intento por retomar la vía institucional, rectificando algunas acciones o decisiones, lo correcto es decisiones que de inicio se respeten los derechos de todos/as y el Estado de Derecho.

Durante la nueva gestión, el artículo 13 del Pacto de San José se ha visto afectado por la posible censura a periodistas como Roberto Navarro, quién publicaría una investigación sobre los negocios del Presidente. Así como ha sido reprimido el derecho de libre expresión mediante el uso de armas para dispersar las protestas y la criminalización de algunos líderes de movimientos sociales. En particular, preocupa la aprobación de un protocolo de actuación en caso de protestas que sobrepone el orden público ante los derechos a la protesta y a la libertad, y deja a discreción el uso de armas. Todos estos hechos pueden afectar gravemente la libertad de medios y de expresión en el país.

Precisamente por las preocupaciones en relación a los temas de libertad de expresión y medios que existen en el país, se realizó el pasado 8 de Abril una Audiencia en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para tratar las medidas ya adoptadas. Medidas que, a pesar de ser catalogadas por el gobierno como transitorias, preocupan al Relator para la Libertad de Expresión dado que: i) el borrador de constitución del organismo regulador no cumple con los estándares internacionales que indican que éste debe estar blindado de toda ingerencia política o económica, y dado que ii) la búsqueda de diversidad y pluralismo es una necesidad imperiosa y una obligación de los Estados, lo que hace surgir la preocupación en que los cambios en redes de transmisión afecten su cumplimiento.

Altas cifras de inflaciòn, desempleo y pobreza muestran la difícil situación económica que recibió el nuevo gobierno; frente a ella, es comprensible que el nuevo mandatario tome medidas de austeridad y re composición del gasto; sin embargo, decisiones como la reducción al subsidio de la energía eléctrica, que repercutirá en el aumento del 200 a 300% de las tarifas, acompañadas por el alarmante incremento en la tasa de desempleo que generará el alto número de desvinculaciones que el actual gobierno ha realizado en sus primeros meses de mandato, en vez de mejorar la situación puede empeorarla gravemente.

Se hace un llamado, entonces, a un diálogo democrático para que en el proceso de transición se puedan tender puentes de diálogo y entendimiento que hagan que la democracia argentina se fortalezca desde la inclusión y la construcción colectiva de nuevos caminos de crecimiento y desarrollo, que en todo caso busquen el alcance de la vida digna para toda la ciudadanía, así como respaldamos el sentir de la Comisión Interamericana en la búsqueda del dialogo que cumpla las leyes y las normas que mejor protejan la Libertad de Expresión.