Panel principal: “60 aniversario de creación de la CIDH: su trabajo, impactos y legados en el hemisferio”, en cual estuvo Enrique Arturo de Obarrio, coordinador general de REDLAD. Foto: Archivo CIDH
En el marco de la 49° Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), se celebró el 25 de junio en Medellín el aniversario número 60 de la creación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Nosotros como Red Latinoamericana y del Caribe para la Democracia (REDLAD) fuimos co-organizadores de este importante evento, ya que reconocemos en la CIDH una institución de inmensa importancia y relevancia.
La CIDH, fundada en 1959 en Chile, es un órgano autónomo de la OEA que se encarga de la promoción y protección de los derechos humanos del continente. Dentro de sus funciones principales está la de servir como órgano consultivo de la Organización (OEA) y durante estas seis décadas ha sido una aliada invaluable para la sociedad civil y muchas víctimas de violaciones de derechos humanos, ya sea por parte de agentes estatales o de privados.
La celebración fue inaugurada en el hotel Dann Carlton Medellín con el panel “60 aniversario de creación de la CIDH: su trabajo, impactos y legados en el hemisferio” y seguido del panel “Nuevos horizontes del derecho internacional de los derechos humanos: una mirada de análisis del sistema universal y regional en la materia”.
A estos paneles acudieron importantes figuras representativas tanto de los Estados como de organizaciones regionales, que buscan defender y fortalecer los derechos humanos, la democracia y la participación ciudadana.
El panel principal estuvo, entre otras personalidades, Enrique Arturo de Obarrio, coordinador general de REDLAD, quien afirmó que “la CIDH se ha convertido en la voz de miles de víctimas de graves violaciones”.
Otra figura relevante en el encuentro fue Esmeralda Arosemena, presidenta de la Comisión, quien afirmó que “la realidad del continente americano sigue arrojando un panorama desafiante, con extremas desigualdades, problemas serios de acceso a la justicia y discriminación”.
Como conclusión de este encuentro, la Comisión se comprometió a continuar su labor en el continente, y hace un especial llamado a la sociedad civil cuyo papel es fundamental para el cumplimiento de los objetivos de este ente. De acuerdo con Arosemena, “esas altas finalidades solo podrán ser alcanzadas con el concurso activo de la sociedad civil y de los Estados, sobre la base de un diálogo permanente y fluido, generador de confianza y legitimidad”.