Desde hace muchos años que el calentamiento global y el cambio climático dejaron de ser problemas del futuro. Hoy y todos los días nuestro planeta experimenta transformaciones brutales de las cuales como humanidad debemos hacernos responsables y como sociedad civil debemos demandar el accionar pronto y efectivo de nuestros gobiernos y del sector privado.
Como Red Latinoamericana y del Caribe para la Democracia (REDLAD) queremos llamar la atención sobre los incendios que están sucediendo desde hace cerca de dieciocho días en la Amazonía brasileña, no sólo porque representa una gran tragedia ambiental y un peligro para la sostenibilidad del planeta (el Amazonas representa el 20% del oxígeno global), sino también por la postura que el actual gobierno de Brasil, en cabeza de Jair Bolsonaro, ha tomado desde que se posesionó en enero de este año frente a los temas ambientales y el quehacer de las organizaciones sociales en su país.
El presidente Bolsonaro ha disminuido todos los recursos que iban a organizaciones sociales acusándolas de ser enemigas de su gobierno o de no estar “haciendo su trabajo”. Recientemente, ha hecho graves afirmaciones a causa de la crisis en la Amazonía por los incendios que se propagan horas tras horas, insinuando que los incendios han sido provocados por organizaciones sociales. “Puede haber, sí, y no estoy afirmando, una acción criminal de esos ‘oenegeros’ para llamar la atención contra mi persona, contra el Gobierno de Brasil, y esa es la guerra que nosotros enfrentamos”, declaró ante periodistas el mandatario Bolsonaro, que ha sido acusado de hacer grandes concesiones a privados para la explotación comercial de una muy buena parte de Amazonas en su país.
De esta forma, el presidente brasileño criminaliza a miembros de la sociedad civil de su país, pone en peligros sus vidas y la sostenibilidad de sus organizaciones. De la misma forma que se ha mostrado contrario a las comunidades indígenas en el territorio amazónico, las cuales hoy por hoy están en riesgo. Son ocho los pueblos originarios que allí viven, cuya hábitat, cultura y modo de vida pueden ser arrasados por el fuego.
Recordemos que según informes y reportes de Global Witness y CIVICUS Monitor, el activismos por el medio ambiente se ha vuelto el más peligroso en el mundo y el América Latina, Brasil no es la excepción. Se han cobrado muchas vidas por la defensa de los territorios y la naturaleza. En 2017 la cifra en ese país fue de 46 y en 2018 de 20 activistas o líderes medioambientales asesinados.
Por lo anterior, como REDLAD, plataforma que defiende los derechos humanos y promueve los principios fundamentales de la democracia:
- Exigimos al gobierno del presidente Jair Bolsonaro cesar con sus acusaciones, sin prueba alguna, en contra de las ONGs brasileñas.
- Exhortamos a las autoridades pertinentes de Brasil identificar con celeridad las causas de los incendios en la Amazonía y tomar todas las medidas para controlarlas.
- Respaldamos a todas y cada unas de las organizaciones sociales y ONGs que tienen presencia en Brasil, en especial a aquellas que tienen como propósito la defensa de la Amazonía, de sus recursos y de población.
- Demandamos de parte del gobierno una pronta atención a toda las personas que habitan los territorios afectados por los incendios y la deforestación en la Amazonía de Brasil.
- Exhortamos a la comunidad internacional y las organizaciones multilaterales a prestar atención sobre lo que está pasando en el Amazonas, la desprotección del medio ambiente afecta, a gran escala, la paz y la seguridad internacional.
Es deber de todos y todas proteger nuestros medio ambiente.