Los pasados 16 y 17 de octubre, en San José de Costa Rica, llevamos a cabo en conjunto con la Fundación para la Paz y la Democracia (FUNPADEM) el Foro Fenómenos de la migración en América Latina: un motor para el desarrollo.
Dicho espacio fue oportunidad para reflexionar sobre las profundas dificultades que presenta para una sociedad la migración masiva y no controlada de personas que salen de sus países por cuestiones humanitarias. No olvidemos que nuestra región vive actualmente una ola migratoria venezolana que en el último año ha venido creciendo y que no parece parar por el momento.
Hubo dos enfoque sobre la migración más que interesantes que se presentaron el el foro. Por un lado, desde el caso venezolano la presentación hecho por Transparencia Venezuela que le pone énfasis a los temas de corrupción, no sólo presentes en el gobierno bolivariano, sino en la atención al migrante en los principales países receptores, a saber: Colombia, Ecuador y Perú.
Por otro lado, el enfoque de género y diversidad sexual. En este punto se destaca la presentación hecha por Caribe Afirmativo, en la que se evidencia que los riesgos de migrar se potencian mucho más cuando se trata de personas LGBTI.
Ambos enfoques nos ponen en perspectiva la crisis migratoria, porque nos muestra las asimetrías que existen dentro de una misma población que huye de su país por razones similares en condiciones disímiles.
“Violaciones de los derechos a la alimentación y la salud son los factores principales. Muchas personas buscan protección de su derecho a vivir con dignidad. Otros factores son la violencia y la inseguridad, el colapso de los servicios básicos y el deterioro del sistema de educación. En el caso de las mujeres, se añaden la falta de acceso a atención de salud prenatal y postnatal y la insuficiencia de mecanismos de protección frente a la violencia doméstica. La persecución por motivos políticos también está obligando a muchos/as venezolanos/as a solicitar asilo. Los/as niños/as y las personas adultas mayores son quienes a menudo se quedan en el país, siendo las abuelas quienes asumen la carga de cuidados”.
Las cifras
Esta son algunas de las cifras que hay que tener en cuenta para analizar el fenómeno migratorio en América Latina.
Las oportunidades
Quizá para muchos sea complicado ver algún tipo de oportunidad en este panorama tan difícil, sobre todo viendo los difíciles contextos nacionales de los principales países receptores. La cifras de productividad y empleo, por ejemplo, son las primeras en afectarse, así como el posible agotamiento de los sistemas de salud y educación. Sin embargo, también es cierto que con una correcta ruta de atención, que no depende de un solo país sino de una acción conjunta, los migrantes no son de ninguna forma invasores o una carga difícil de llevar. Son la oportunidad para el crecimiento económico, social y cultural. Muchos de ellos son profesionales formador o expertos en oficios que requieren los países receptores.
Asimismo, constituyen la mejor oportunidad de combatir la xenofobia y otro tipo de discriminaciones. Es decir, desde el plano cultural nos ayudan a ampliar las fronteras mentales de nuestras poblaciones.
Recordemos que todos hemos sido o seremos migrantes alguna vez y que la gente no sale corriendo de su país por gusto, sino por necesidad. Combatir la xenofobia es un acto mínimo de humanidad y solidaridad.