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ALERTA Haití: crisis económica, violencia y déficit de democracia

Foto: Manifestantes protestan contra el aumento de los combustibles (REUTERS/Ralph Tedy Erol)

Nuevamente se reportan protestas masivas y brotes de violencia en Haití, el que ha sido llamado por muchas personas y organizaciones experta como el país más pobre y desigual del continente. Asimismo, podemos decir que es el más inestable política e institucionalmente hablando. Desde hace varios años, la crisis política, social y económica en Haití ha venido profundizándose y cada año, con cada medida del gobierno en turno, la situación no tiende a mejorar. Sobre todo, ahora que desde hace un año hay un vacío de poder desde el magnicidio del presidente Moïse. 

Los precios de los alimentos y los combustibles son cada vez más caros. Por ejemplo, el precio de la gasolina se duplicó: pasó de 3 a 6 dólares, pero el ingreso medio de sus habitantes es cada vez más precario. El PIB per cápita en este país caribeño apenas si supera los 1,800 dólares, muy por debajo de la mayoría de las economías de la región.

Esta grave situación económica, que no tiende a mejorar, ha suscitado las protestas de los últimos días en todo el país, con barricadas y bloqueos, que ya contabilizan al menos cinco muertos, según algunos reportes en medios. Todo este ambiente de zozobra e inestabilidad constante también es aprovechado por los grupos criminales que se han apoderado del control territorial del país, muchas de ellas promovidas por sectores de la misma clase política, como lo han denunciado distintos medios de comunicación. 

Por lo anterior, desde la Red Latinoamericana y del Caribe para la Democracia (Redlad):

  • Instamos al gobierno haitiano a detener la aplicación de medidas económicas que vulneren aún más la situación de las familias. 
  • Hacemos un llamado a la comunidad internacional, especialmente a la Organización de Estados Americanos (OEA) y el resto del Sistema Interamericano, para que convoque con urgencia esfuerzos políticos y de diálogo de alto nivel, entre todos los sectores del país, para encontrar soluciones prontas y de largo plazo que encaminen a Haití hacia la estabilidad democrática y económica y una solución definitiva. 
  • Nos solidarizamos con la ciudadanía y las organizaciones de sociedad civil de Haití que desde hace años vienen sufriendo el cierre y la represión de su espacio cívico. 

La situación de Haití no da más espera y es urgente que se tomen las medidas necesarias para devolverle a sus habitantes la tranquilidad y el bienestar que perdieron hace décadas.