ALERTA Paraguay: entre la pandemia del COVID-19 y la de la corrupción

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Hace un año, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la pandemia mundial del coronavirus, Paraguay fue uno de los países que más rápidamente implementó cuarentenas estrictas y toques de queda nocturnos. Con este tipo restricciones a la movilidad contuvo por varios meses la expansión del virus y para ese entonces, mitad del año 2020, presentaba una de las tasas de mortalidad por COVID19 más bajas de la región. 

No obstante, a marzo de 2021, el panorama es totalmente diferente. Organizaciones de sociedad civil y del personal de la salud paraguayas denuncian que el sistema público prácticamente está colapsado por falta de Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), medicinas e insumos para tratamientos. Muchas personas han tenido que recurrir al sector privado pero, siendo Paraguay un país pobre, eso es lujo que sólo una minoría puede costearse.

Hoy el país acumula más de 170.000 casos positivos confirmados y más de 3.318 muertes. Además, el gobierno aún no ha podido cerrar con éxito la compra de vacunas para empezar a inmunizar a sus profesionales de la salud. 

Por todo lo anterior, desde el pasado viernes 5 de marzo, la ciudadanía paraguaya se ha volcado a las calles exigiendo la renuncia del presidente Mario Abdo Benítez y ha denunciado cómo la corrupción, enquistada desde hace más de medio siglo por cuenta del partido de gobierno, hoy los tiene con un sistema de salud precario, altas tasas de desempleo e informalidad y un crecimiento disparado de la pobreza, problemas agudizados por la pandemia. 

Con el propósito de calmar los reclamos ciudadanos, el presidente Abdo Benítez le ha pedido la renuncia a su ministros de Salud y Educación y a su ministra de la Mujer. Actos que no le son suficientes a buena parte de la población que exigen medidas más profundas. 

Por lo anterior, desde la Red Latinoamericana y del Caribe para la Democracia (Redlad):

  • Exhortamos al gobierno del presidente Mario Abdo Benítez a tomar todas la medidas de política pública necesarias para fortalecer el sistema de salud público, de tal manera que se evite un colapso absoluto y empeore la crisis sanitaria. 
  • Instamos a respetar el derecho a la protesta y a la movilización pacífica que la mayoría de la población paraguaya está ejerciendo desde hace más de tres días y a escuchar los reclamos y denuncias de distintas organizaciones sociales. 
  • Solicitamos a la comunidad internacional y a los organismos multilaterales, tales como la ONU, la OEA y la OMS, a colaborar en encontrar soluciones viables para esta difícil situación que vive Paraguay.