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El pasado domingo 20 de octubre la ciudadanía boliviana concurrió masivamente y de manera pacífica a las urnas para elegir su próximo presidente, cuyos candidatos que disputan la elección son el actual presidente Evo Morales, del Movimiento al Socialismo (MAS), y el expresidente Carlos Mesa, de la coalición Comunidad Ciudadana.
Las elecciones fueron desarrolladas en un panorama altamente complejo, puesto que la candidatura del oficialismo se da luego de que en 2016 se votó un referendo constitucional que pretendía modificar la Constitución Política en su artículo 168, permitiendo la reelección consecutiva de presidente y vicepresidente por dos veces consecutivas, en lugar de una como estaba inicialmente planteado. En esa ocasión el pueblo boliviano votó NO a la reforma constitucional. No obstante, en 2017 el Tribunal Constitucional Plurinacional, a través de la Sentencia Constitucional Plurinacional – SCP 084/2017, habilitó la reelección indefinida, fallo que recibió críticas profundas en Bolivia y en la región.
En el marco de los antecedentes citados, el domingo 20 de octubre de 2019, el Tribunal Supremo Electoral suspendió por más de 20 horas la transmisión de actas a partir de las 19:40 momento en el que el escenario de resultados abría la posibilidad de una segunda vuelta, tendencia que coincidía con los datos de la empresa acreditada para el conteo rápido y los datos estadísticos de la misión de observación electoral de la OEA, como establece su comunicado de fecha 21 de octubre de 2019. No obstante, el sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) suspendió dicha transmisión durante un día y en la noche del lunes 21, con el 95% de los votos escrutados, los datos arrojaban a Evo Morales como ganador en primera vuelta.
Esta decisión generó desconfianza en la labor del Órgano Electoral Plurinacional y desató un conjunto de actos de repudio de la población que se volcó a las calles para exigir respeto por su voto y garantías electorales para el conteo de los mismos.
Asimismo, la Misión de Observación Electoral de la OEA en Bolivia se ha mostrado, desde la noche del domingo, preocupada por cómo se han desarrollado las elecciones en el país suramericano. “Ha sido notorio el uso de recursos públicos durante la campaña. (…) A las 20.10 de ayer, el TSE dejó de divulgar resultados preliminares, por decisión del pleno, con más del 80% de las actas escrutadas. 24 horas después, el TSE presentó datos con un cambio inexplicable de tendencia que modifica drásticamente el destino de la elección y genera pérdida de confianza en el proceso electoral”.
Por su parte, la misión de observación de la Unión Europea emitió un pronunciamiento público exhortando a fortalecer la transparencia del proceso electoral.
Durante este viernes 25 de octubre las autoridades electorales confirmaban un triunfo del presidente Evo Morales con el 99,99% de los votos escrutados, algo que ha generado rechazo de parte la Comunidad Internacional por las evidentes dudas que han generado denuncias de fraude por parte un sector amplio de la sociedad civil y de partidos y movimientos políticos de oposición.
Por lo anterior, desde la Red Latinoamericana y del Caribe para la Democracia (REDLAD):
- Exhortamos al gobierno de Bolivia y al Tribunal Supremo Electoral a fortalecer la transparencia y publicidad en el proceso y brindar todas las garantías para un reconteo de votos en el que se respete la decisión del soberano en las urnas.
- Instamos a la sociedad civil boliviana a ejercer su derecho a la protesta de manera pacífica.
- Demandamos a la dirigencia política y sus partidos y movimientos convocar a la protesta pacífica para no provocar desmanes que luego lamentaremos.
- Solicitamos a la OEA y demás misiones de observación electoral seguir vigilantes del proceso electoral y denunciar cualquier tipo de irregularidad que vulnere el derecho al voto de las personas.