Escrito por: Gina Romero. Directora Redlad
El pasado 11 y 12 de mayo, se realizó de forma híbrida el Foro de Igualdad de género EU-LAC, que es liderado por la fundación EU-LAC, y los ministerios de relaciones exteriores de Alemania, Argentina y México. La grabación de las sesiones generales de ambos días puede encontrarse en este link.
Participamos en el foro un grupo muy plural de personas que, tanto de forma presencial como virtual, aportamos información sobre tres grandes temas:
- Superando las desigualdades económicas y sociales: Acceso a servicios básicos, al sistema de salud, la educación, a la seguridad social; Participación equitativa en las economías y el empleo digno; Sistemas integrales del cuidado.
- Protagonismo ante el cambio climático: Acción climática y gestión del riesgo de desastres naturales; Aumentar la resiliencia y capacidad de adaptación; Seguridad alimentaria; Soluciones basadas en conocimientos y habilidades de las mujeres.
- Liderazgo político y construcción de paz: Participación equitativa en la esfera pública; Combatir las violencias de género en todas sus dimensiones; Potenciar el papel de mujeres en la construcción de la paz y la seguridad sostenibles.
La recolección de insumos se centró en identificar: a) balance de situación y buenas prácticas, b) desafíos actuales, e c) intereses en común y recomendaciones.
Tuve el honor de ser relatora de la mesa virtual sobre liderazgo político y construcción de paz junto a Gioconda Diéguez Monzón, Coordinadora para Bolivia de Alianza por la Solidaridad. La mesa fue facilitada por Denise Hirao (GAIC) & Marta Castro (Fundación EU-LAC), y tuvo una participación promedio por los dos días de 20 personas.
A continuación, incluyo unos puntos relevantes de algunos de los segmentos de la discusión. Este artículo no pretende ser un resumen o una sistematización de la mesa de trabajo en la que participé, ‘Liderazgo político y construcción de paz’, sólo incluyo algunos aspectos que me parecieron relevantes o por reiterativos o por novedosos:
- En las últimas décadas se ha presentado un cambio de paradigma que en lo filosófico ha permitido poner sobre la agenda pública la necesidad de despatriarcalizar la sociedad; mientras que en lo concreto ha avanzado en: desnaturalizar y penalizar la violencia contra las mujeres; marcar una narrativa en la que la participación de las mujeres es deseable, y la lucha por la inclusión y la equidad es una bandera política relevante; recoger datos
específicos para caracterizar a las mujeres y la violencia que se ejerce en su contra; diseño e implementación de instrumentos que reconocen la igualdad de género y dan línea a políticas que promueven la participación de las mujeres. - Se ha creado un compromiso mundial para que la política internacional sea más inclusiva, que ha redundado en: a) la ratificación de convenios y acuerdos vinculantes asociados a la eliminación de discriminación contra las mujeres, b) el fortalecimiento de recomendaciones y estándares por parte de los sistemas de protección de derechos humanos en todo el mundo y de los organismos multilaterales globales (Naciones Unidas, incluyendo el Consejo de Seguridad) y regionales (en el continente Americano por ejemplo se destaca la Comisión
Interamericana de Mujeres de la OEA, c) 12 países del mundo asumen una política exterior feminista. Ahora bien, se requiere traducir esta nueva tendencia a la práctica, logrando coherencia entre los compromisos internacionales y las violaciones domésticas a los derechos de las mujeres. - Las movilizaciones de todo tipo de las organizaciones y colectivos de mujeres han sido vitales para los cambios positivos a todo nivel que se han generado. El éxito del proceso radica en que las mujeres y sus colectivos pusieron el cuerpo en las calles, mientras que las activistas y sus organizaciones movían acciones de incidencia a los más altos niveles de los ejecutivos, legislativos y de la comunidad internacional.
- El avance no se mide únicamente con números. Que más mujeres lleguen a las instituciones, a los parlamentos, a las cortes de justicia, no garantiza la igualdad de género. Por su parte, la paridad es un piso, no un objetivo, como las leyes de cuotas no solucionaron las barreras a la participación política, tampoco la paridad de género va a garantizar que las políticas sean transformadoras en términos de igualdad. Se requieren muchas acciones cruzadas, cuyos avances sean blindados ante cambios en voluntad política por el avance de fundamentalismos.
- Los avances han sido incompletos. Sigue habiendo una subrepresentación femenina en los diferentes espacios de tomas de decisiones, y desigualdades que se agudizan en mujeres indígenas, rurales, con discapacidad, etc. Hay una constelación de leyes no aplicadas y una inundación de impunidad en crímenes contra las mujeres. Adicionalmente, las crisis (como Pandemia Covid-19 o las olas de migración) exacerban las inequidades existentes y la violencia de género.
- Se requiere inclusión de miradas de diversidad interseccional en las discusiones de equidad de género, incluyendo a mujeres trans, así como trabajo intergeneracional y abandonar la exclusión de los hombres en las discusiones sobre equidad.
Los insumos recogidos en el evento serán incorporados en el informe técnico “que se entregará a inicios de mayo a las autoridades de la PPT CELAC y de la UE que están preparando la Cumbre de los/las Jefes de Estado y de Gobierno EU-CELAC en Julio de 2023”, según informa el documento de convocatoria. Al final del evento, varias personas insistimos en la necesidad de que la Cumbre tenga una amplia participación de organizaciones de la sociedad civil y representantes de movimientos sociales, pero aún no estaba claro cómo se manifestaría dicha participación.