Por: Gina Romero, co-fundadora y Directora Ejecutiva de Redlad.
En mi paso por el fin de semana de acción por los ODS celebrado hace un par de días en Nueva York en el marco de la Asamblea general de Naciones Unidas me quedo con varias reflexiones que quisiera compartir:
1. Estamos en la mitad del plazo de los ODS y apenas llevamos el 15% de su cumplimiento. Esto es debastador si entendemos que ha habido una atención y presión global muy fuerte. Ahora, si desgranamos ese 15% vemos que las diferencias entre países y regiones es inmensa. Por lo que seguir atendiendo el alcance de los ODS de forma uniforme en el globo es un gran error. Se deben establecer casi que grupos de acción específica con más recursos y más alianzas en aquellos lugares donde más se necesita. La cooperación debería enfocarse en ellos con liderazgo local, y las críticas al sistema internacional de deudas y préstamos son profundas y deben atenderse con urgencia.
2. La localización entonces resulta la clave. Ahora, siempre es muy interesante escuchar en estos espacios a alcaldes de grandes metrópolis, como Londres, grandes centros urbanos en el sur global, como Bogotá y Buenos Aires, o de ciudades pequeñas del norte global. Pero ¿dónde están las voces de las ciudades pequeñas e intermedias? ¿Dónde la de los pueblos y naciones indígenas y afro? La localización sólo ayudará al alcance de los ODS si es real, si baja hasta la célula más pequeña de gobierno local, porque es justamente ahí donde los avances son menores. Pero las ciudadanías saben poco del tema, necesitamos aterrizar a lenguajes concretos y cercanos toda la Agenda 2030.
3. El alcance de los ODS es un asunto político, no técnico. Esto es clave. Se repitió en casi todos los eventos, tanto los oficiales como los paralelos. Ahora la voluntad política no sólo es de los actores políticos tradicionales, también de la ciudadanía. Únicamente la demanda ciudadana (la rabia ciudadana como fue mencionada por uno de los representantes de gobierno) es la fuerza política mayor que puede mover la acción real del ejecutor de las políticas que al final son las que garantizan el alcance de los ODS.
4. Los ODS no es sobre números, es sobre gente, personas, pueblos. Sólo si le ponemos rostro a cada una de esas metas, la máquina podrá moverse más rápido. los ODS son también sobre la tierra, la pacha mama. Ese rostro si que lo tenemos claro, debería ser a su vez un gran motor de acción.
5. Sólo en coaliciones se puede avanzar. Sólo la respuesta coordinada de todos los sectores, con una creciente responsabilidad del sector privado, puede cambiar el lento avance. En este sentido, el ODS 17 adquiere una relevancia enorme, al igual que la acción de redes de organizaciones como Redlad.
6. La gran cantidad de esfuerzos al rededor de la discusión sobre los ODS es emocionante y esperanzadora. Cientos de eventos, coaliciones de redes de organizaciones, hombres, mujeres y personas no binarias de todos los sectores al servicio de la inteligencia colectiva para la búsqueda del turbo acelerador. Pero necesitamos que la retórica dé paso a la acción contundente y certera.
Hay con quien.