En algunas organizaciones de la sociedad civil se tiene cierto grado de consciencia de lo importantes que son las comunicaciones (externas sobre todo) para potenciar la visibilidad y el reconocimiento de su quehacer y de su impacto. Sin embargo, también es cierto que no siempre cuentan con los recursos (financieros, más que nada) para llevar a cabo los esfuerzos necesarios para la implementación de estrategias que redunden en beneficio de sus respectivos proyectos.
Por otro lado, casi todas las organizaciones cuentan con un sitio web y/o redes sociales. Sin embargo, el contar con un perfil en Facebook, Twitter o Instagram no basta. Es fundamental saber por qué y para qué tener presencia en determinada red social, y eso lo define la misma organización a través de la formulación de un objetivo en un plan de comunicaciones. Por lo tanto, la primera recomendación sería construir un plan.
Sin embargo, en la realidad eso no pasa. No siempre las organizaciones sociales formulan un plan de comunicaciones. Eso debe a varias razones muy comprensibles. Por un lado, los escasos recursos con las que muchas cuenta, lo que hace que las prioridades estén centradas en otras cosas. Por otro, quizá no han visto la necesidad de tenerlo. No obstante, así no lo tengan es imprescindible tener en cuenta, por lo menos, las siguientes tres cosas para el manejo que se le dan a la redes sociales:
- Saber para qué sirve la red social en la que tenemos presencia.
- Cuáles son los principales públicos que se encuentran en determinada red social.
- Qué tipo de contenido quiero o puedo producir desde mi organización.
Veamos pues en resumen para qué nos serviría cada red social, las más famosas y usadas por lo menos:
- Facebook: Es la red más usada en el mundo con más de dos mil millones de usuarios registrados. En América Latina llega casi a los 100 millones.
Esta red social es mucho más que subir fotos o publicar estados de ánimo. Facebook ofrece muchas posibilidades de promocionar y visibilizar tu organización, tus proyectos, el impacto que generas y en qué comunidades. Asimismo, ayuda a fortalecer o generar conexiones con los públicos objetivos que te has propuesto. Si tu organización tiene una página web ayudas a incrementar tu tráfico.
Por último, Facebook ofrece opciones de pagas para incrementar tu alcance y tráfico digital. Son opciones que una organización social no debería descartar cuando quiera visibilizar aún más lo hace. Haciendo clic acá encuentras información valiosa para aprovechar al máximo esta opción.
- Twitter: Pese a que es la red social que más ha decrecido en su número de usuarios, sigue siendo la predilecta para muchos actores claves dentro del mundo de la política, que por lo general son agentes de interés para muchas organizaciones sociales.
Es una red social de microblogging que generar una gran cantidad de conversación digital todos los días frente a temas coyunturales. Como organizaciones de la sociedad civil es imprescindible estar en esta red para hacer seguimiento y para participar en dichas conversaciones y crear o fortalecer una comunidad digital de seguidores.
Ayuda a crear una relación mucho más directa y “estrecha” con algunas personas u organizaciones del público objetivo que uno se proponga.
Entrando en el link podrás ver más información de cómo aprovechar al máximo una cuenta de Twitter.
- Instagram: una red social basada en el poder la imagen. Obliga a sus usuarios a pensarse muy bien su comunicación audiovisual. Es todo un reto para las organizaciones porque muchas de nosotras estamos acostumbradas a hablar sólo a través de las palabras y no a través de la imagen.
Es un reto que las organizaciones del siglo XXI deberíamos tomar, disponiendo recursos para generar infografías o registros audiovisuales potentes de nuestro quehacer diario. Nos ayuda crear conexiones emocionales con nuestro público e interés en nuevas personas.
Haciendo clic acá pueden ver todo el potencial para nuestras organizaciones sociales.