UNA CUMBRE DE HITOS Y AUSENCIAS

Los jefes y las jefas de Estado presentes en las IX Cumbre de las Américas 2022 – Foto: Alan Santos/PR

Finalmente se dio el evento hemisférico que muchas personas, organizaciones y gobiernos estábamos esperando, luego de un retraso de un año a causa de las restricciones que la pandemia del COVID-19 impuso a la movilidad y los eventos masivos durante algo más de dos años.

La IX Cumbre de las Américas, que se realizó entre el 6 y el 10 de junio en la ciudad de Los Ángeles, estuvo atravesada por hitos importantes que marcaron tanto las agendas de sociedad civil como la de los mismos gobiernos y de la OEA. Asimismo, hubo ausencias históricas que pusieron un matiz distinto al desarrollo de la misma.

Para empezar, la lista de países invitados oficialmente causó polémica. Muchos gobiernos hicieron presión para que fueran excluidas las denominadas dictaduras del continente: Venezuela, Cuba y Nicaragua. Para un sector amplio de la sociedad civil de esos países este acto fue tomado como un reconocimiento de sus realidades cotidianas.

Sin embargo, un nutrido grupo de países de la región se manifestó en contra del veto estadounidense a esos tres gobiernos o a cualquier otro: Argentina, Bolivia, México, Honduras y varios países del Caribe.

Es importante mencionar que aunque a la Cumbre no asistieron los gobiernos de Venezuela, Cuba y Nicaragua, sí lo hizo una gran masa de organizaciones, activistas y líderes sociales que hicieron presencia como miembros de sus Estados.

LAS DISCUSIONES CENTRALES:

Esta edición de la Cumbre tuvo como tema central Construyendo un Futuro Sostenible, Resiliente y Equitativo que contemplaba cinco ejes temáticos secundarios que fueron discutidos de forma amplia por los gobiernos de las Américas y con los cuales se formaron los grupos de trabajo de sociedad civil para adelantar los respectivos acuerdos y compromisos.

  1. Salud y resiliencia:

El documento adoptado en este punto lleva por nombre Plan de acción sobre salud y resiliencia en las Américas y aborda nueve acciones concretas, seis de las cuales están muy relacionadas con las agendas y recomendaciones que desde Redlad y el Foro Ciudadano de las Américas se han planteado durante todo el proceso de la Cumbre.

  1. Nuestro futuro verde:

El documento final Nuestro futuro verde y sostenible estipula seis compromisos, y cada uno de ellos incluyó entre tres y ocho acciones propuestas que giran en torno a reconocer el Acuerdo de París y la Declaración de los Líderes de Glasgow como ruta, así como a propender por una trabajo articulado y coordinado con perspectiva regional, no sólo entre gobiernos y autoridades sino también con las organizaciones y el sector privado.

En este documento, varios de los numerales corresponden a demandas presentes en nuestras agendas, como las menciones directas a grupos históricamente marginados y discriminados, así como a las mujeres y las niñas, o la exhortación a fortalecer la protección de personas defensoras de los derechos humanos.

  1. Acelerar la transición a la energía limpia: 

En Acelerando la transición justa hacia la energía limpia, sostenible y renovable a través de 15 compromisos, que toman nuevamente el Acuerdo de París y el Pacto Climático de Glasgow y, por otro lado, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (en especial ODS7) los gobiernos se comprometieron a 15 acciones concretas para contrarrestar el cambio climático.

En este documento también hay importantes menciones a grupos vulnerables o históricamente discriminados o marginados como las mujeres, las niñas, personas afros e indígenas; punto importante en las agendas del Foro Ciudadano de las Américas y de Redlad.

  1. Transformación Digital:

Mediante el acuerdo de la cumbre se crea el Programa Regional para la Transformación Digital que contiene cuatro grandes ejes fundamentales de trabajo como: a) ecosistemas digitales y conectividad; b) gobierno digital y abierto; c) ciberseguridad y d) crecimiento económico y competitividad. Estos ejes suman 44 acciones que reconocen las grandes brechas, profundizadas por la pandemia del COVID, que existen en el continente respecto del tema y la necesidad urgente de cooperación regional y multiactor, algo que desde nuestro espacio de sociedad civil pusimos de manifiesto en el grupo de trabajo; así como la urgencia de impulsar políticas públicas que propendan por erradicar dichas brechas.

  1. Gobernabilidad democrática: 

Este punto en especial, que suscitó muchas discusiones centrales entre los gobiernos asistentes, produjo el denominado Plan de acción interamericano sobre gobernanza democrática y comprende cinco partes fundamentales que despliegan 32 acciones: a) democracia y derechos humanos; b) democracia y desarrollo sostenible; c) transparencia y anticorrupción; d) participación e incidencia ciudadana y e) seguimiento e implementación.

Este es el documento que más coincidencias presenta con las agendas y recomendaciones propuestas por el Foro y Redlad, como en la inclusión nuevamente grupo marginados y discriminados, la lucha contra la corrupción y la participación ciudadana.

No obstante a todo lo anterior, al trabajo adelantado en cada uno de esos grupos temáticos y haciendo una retrospectiva de los ocurrido con el Compromiso de Lima, para algunas personas expertas y una parte de la sociedad civil, esta Cumbre adolece de compromisos lo suficientemente vinculantes que redunden en beneficios materiales y prontos para millones de personas que esperan respuesta ante necesidades urgentes. Sobre todo en aquellos países donde la crisis democrática y social es muy profunda, los gobiernos no manifiestan suficiente voluntad política y/o la sociedad civil es muy débil y no tiene las garantías básicas para su ejercicio.

Diálogo de Sociedad Civil y Actores Sociales con los Gobiernos

LA MIGRACIÓN COMO PREOCUPACIÓN HEMISFÉRICA

Otro tema que cobró vital importancia fue el de la migración, en lo que resulta un esfuerzo histórico común para atender uno de los más graves problemas que tenemos en el continente. Ahora bien, “para muchos hay una gran decepción. Los planteamientos, las declaraciones hechas fueron una articulación de principios, más que nada. No hubo compromisos concretos. (…) El Acuerdo de Los Ángeles es una serie de principios y no necesariamente un compromiso firme ni para Estados Unidos ni para los otros países de la región”, afirmó Cynthia Arson, Directora del Programa Latinoamericano del Wilson Center en Washington a un medio de comunicación.

Es que si bien es de resaltar que por primera vez la Cumbre abordó como un problema central la migración irregular y los 20 países firmantes de la Declaración  de Los Ángeles reconocen “la necesidad de promover las condiciones políticas, económicas, sociales, ambientales y de seguridad para que las personas tengan una vida pacífica, productiva y digna en sus países de origen. La migración debería ser una elección voluntaria e informada, y no una necesidad”, también lo es que la mayoría de los países del hemisferio que contribuyen en este fenómeno no tuvieron a sus mandatarios presentes, por decisión unilateral, como México, El Salvador u Honduras.

La llamada Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección gira en torno a cuatro grandes temas fundamentales: i) Vías legales para los trabajadores y las trabajadores extranjeros, ii) Ayuda a las comunidades que acogen migrantes, iii) Gestión más humana de las fronteras, iv) Respuesta coordinada ante emergencias.

Sin embargo, las ausencias unilaterales y las exclusiones deliberadas hacen que su aplicación sea muy compleja y difícil, sobre todo en aquellas acciones que requieren de coordinación y articulación regional e intergubernamental.

Sobre este tema particular y también sobre la crisis democrática, como Foro y Redlad, nos gustaría poner de presente la ausencia de discusión sobre la situación haitiana. Este país del Caribe vive desde hace muchos años una crisis democrática y de instituciones tan profunda como la de Venezuela, Cuba y Nicaragua, en la que los derechos humanos son vulnerados de manera sistemática y, luego del terremoto en 2010, las olas migratorias se contabilizan hasta por 20 mil personas anuales, según cifras de la misma Organización Internacional para las Migraciones (OIM), las cuales tienen distintos destinos en Suramérica, México y Estados Unidos.

Diálogo de Sociedad Civil y Actores Sociales con los Gobiernos

¿Y LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN?

Finalmente, queremos insistir en que no se pierda de vista un tema central que fue eje del pasado proceso de Cumbres que desembocó en Lima 2018: la lucha contra la corrupción. Se entiende que para esta coyuntura hay múltiples preocupaciones que deben ser atendidas, pero no olvidemos ese problema estructural que ataca a todos las sociedades también está íntimamente ligado con las difíciles situaciones que antes se describen y que fueron materia de trabajo de los ejes temáticos de esta Cumbre.

En consecuencia, desde el Foro Ciudadano de las Américas y el Observatorio Ciudadano de las Américas seguiremos evidenciando cómo la corrupción es un problema estructural que afecta profundamente la consolidación de la democracia y contribuye a la violación de los derechos humanos. “En general, la tendencia regional apunta a una falta de avance, estancamiento, y, en varios casos, debilitamiento de las medidas de lucha contra la corrupción, de forma proporcional con la ausencia de espacios de participación y control social, así como con el desequilibrio y concentración del poder en el ejecutivo. Estos hallazgos refuerzan las conclusiones destacadas en el Índice de Percepción de la Corrupción –IPC–18 (2020, a), de una región caracterizada por instituciones de gobierno débiles, en las cuales, el Covid-19 profundizó las desigualdades sociales y económicas ya existentes que afectan a las poblaciones más vulnerables (mujeres, niñas, indígenas, afroamericanas) y contribuyó a un retroceso democrático en todo el continente americano”afirma de manera contundente el Informe Final del Observatorio.