Escrito por: Santiago Díaz y Gina Romero
En el marco de la Cumbre de las Ciudades, Redlad y el Atlantic Council llevaron a cabo el evento “Perspectivas locales sobre los riesgos y las ventanas de oportunidad de la transición energética”.
El evento contó con una intervención inicial de Jose Fernandez, Under Secretary para crecimiento económico, energía y el ambiente, del Departamento de Estado de los Estados Unidos. Fernandez resaltó que teniendo en cuenta que la transición energética es clave para detener el calentamiento global, y que Latinoamérica cuenta con alrededor del 60% de los minerales para este proceso, la transición energética se vuelve una oportunidad tangible para la región y la acción concreta con los gobiernos locales pueden apuntalar el aprovechamiento de dicha ventaja competitiva.
El diálogo, que fue moderado por Gina Romero, Directora Ejecutiva de Redlad, contó con la participación de: i) Tim Kelly, alcalde de Chattanooga, USA; ii) Claudio Castro Sales, alcalde de Renca, Chile; iii) Romel González, Centro Regional Popular Indígena de Xpujil, CRIPX, coordinador de la coalición de pueblos y naciones indígenas de Abya Yala; y iv) Ragnheidur He in Árnadóttir, Director del Centro de Desarrollo de la Organization for Economic Co-operation and Development – OECD .
Una de las primeras líneas de reflexión estuvo asociada con la idea general que da sustento a la Cumbre de las Ciudades: los gobiernos locales tienen un rol muy importante en conectar los objetivos de la política exterior con las necesidades de las comunidades locales y las reales posibilidades de avances concretos. En ese sentido, en particular la agenda global de descarbonización tiene un asiento importante en las transiciones energéticas que, en su mayoría, pasan por acciones específicas en el marco local.
Pero, por supuesto, la acción local presenta un reto fundamental de articulación con la comunidad, la ciudadanía y la sociedad civil. En el caso de Chattanooga, desde la oficina de equidad y participación de la comunidad, se realiza un ejercicio de interacción para que la ciudadanía comprenda que la transición energética brinda una importante oportunidad económica, pero también que involucra aspectos de identidad como una ciudad verde.
En el caso de Chile, el gobierno nacional ha impulsado una agenda de estado para avanzar en la transición energética. En ese sentido, teniendo en cuenta que Renca es uno de los municipios dentro de la ciudad de Santiago en la que se encuentra la termoeléctrica que sirve a toda la región metropolitana, que hoy funciona con un ciclo combinado de petróleo y gas y quiere convertirse en una planta de hidrógeno verde. La relación de la comunidad con la termoeléctrica no era buena por la contaminación del carbón, pero, además, en el pasado los desarrollos mineros y energéticos, se han visto asociados históricamente con pobreza y desigualdad. Por lo que se requiere no sólo la transformación de la matriz de contaminación, sino también hacer justicia a las comunidades locales por los impactos de estos desarrollos.
Desde la experiencia de consulta local, Romel indica que es necesario cambiar la mirada que se tiene hacia las comunidades y hacia la naturaleza. En relación a esta última, se debe reconocer que ella tiene derecho propio, que deben también hacerse valer. La naturaleza no debe verse como un recurso, sino como un bien común, que debe cuidarse, por lo que la aproximación extractiva es errónea. Por otro lado, contra lo que varios actores piensan, los pueblos indígenas no están de en contra de las energías renovables y la transición energética, sino que exigen que todos los procesos se incluya el derecho de las comunidades al consentimiento, y que se hagan consultas previas, informadas, culturalmente adecuadas y de buena fe. Se requiere que las comunidades conozcan de forma profunda los impactos de las acciones sobre el territorio y sobre las vidas de las comunidades.
En Yucatán, se iba a poner el parque solar (que consistía en 1,260,000 páneles solares) con materiales que no eran aptos en una zona con ciclones y huracanes, pero, además, la ubicación identificada inicialmente para el parque era alrededor del pueblo que con seguridad iba a aumentar de forma dramática su temperatura. En vez de consultar a los habitantes de la zona, que la conocen bien y hubieran podido hacer un mucho mejor diseño, para beneficio de todas las partes. Por ejemplo, la comunidad hubiera podido proponer una modalidad de energía de tipo distributiva que pudiera ubicar los paneles en los techos de las casas, de las escuelas y otras edificaciones ya existentes, en vez de desbastar partes enteras del bosque para ubicar los paneles.
Desde la OECD, Ragnheidur reitera que las transiciones energéticas están asociadas con la gente, sin ella, ningún proceso funcionará. Pero si se hace bien, la transición verde en América Latina creará un número importante de trabajos y brindará muchas oportunidades de crecimiento para la región. Los procesos deben incluir ejercicios de información a la ciudadanía, y en esto los gobiernos locales tienen la posibilidad de crear discusiones sobre los procesos y sus oportunidades. Los gobiernos locales tienen mucho que aprender de su ciudadanía, en el caso de los pueblos indígenas, tienen mucha información que puede ser relevante para la transición.
Algunas buenas prácticas que se pueden resaltar son las recientes consultas para la aprobación del plan de desarrollo en Colombia, y las consultas específicas en Perú con pueblos indígenas para la creación de regulaciones sobre cambio climático y la creación de una plataforma indígena para atender procesos de mitigación y adaptación. La transición energética debe ser justa y debe guiarnos a romper las trampas del desarrollo.
Teniendo en cuenta que, así como hay múltiples ventajas de oportunidad en las transiciones energéticas, es importante atender los riesgos de manera colectiva. El alcalde Kelly indica que la innovación se realiza de forma mucho más eficiente de forma compartida, por lo que avanzar en la creación de redes de ciudades trabajando en la diplomacia subnacional puede ser un camino concreto para esta cooperación. Por su parte, el alcalde Castro, indica que compartir experiencias que han sido exitosas en otras ciudades siempre es inspirador y lleva a nuevos caminos. Así mismo, las redes de ciudades como la liderada por el BID y las redes nacionales son en sí misma buenas prácticas.
Existen paradojas que deben superarse. Por ejemplo, en Renca un alto porcentaje de personas que viven en la zona donde está la termoeléctrica, viven con pobreza o vulnerabilidad energéticas, lo cual quiere decir que gastan más del 10% de sus ingresos en cubrir gastos de electricidad. Para atender esto están trabajando con alianzas público-privadas para avanzar en acciones que con bajas inversiones en las casas puedan reducir los pagos de electricidad y al mismo tiempo el impacto en el ambiente. Este es un buen ejemplo de cómo avanzar, teniendo en cuenta las necesidades ciudadanas y en alianza con otros actores.
En este sentido, Romel indica que las inversiones deben siempre tener múltiples partes involucradas y lograr además del beneficio económico, uno social. Ahora bien, indica que se deben firmar contratos diferentes a los que se tienen en este momento, en los que no se les brinda ningún beneficio a las comunidades. Es en los pueblos donde están los conocimientos que pueden volverse aliados del mismo proceso de transición, como los biodigestores y la reducción de químicos en la agricultura.
La representante de la OECD resalta que las políticas de transición deben estar guiadas por el sentido común y la población local puede aportar a esto. Se debe avanzar en la reducción de emisiones y, al mismo tiempo, en mejorar la vida de las personas. Algunas ciudades están haciendo un trabajo muy exitoso en algunos procesos de diseño comunitario y atención de riesgos, incluyendo Manizales en Colombia, Santa Fe en Argentina, Puerto Viejo en Ecuador. En muchos casos esto pasa por reconstruir la relación con el entorno.
Los gobiernos nacionales deben darles voz a los gobiernos locales, y mejorar el acceso a financiamiento así como el fortalecimiento de capacidades para la creación de programas específicos. Así mismo, se requiere hacer mejores esfuerzos para que las empresas tomen las mejores decisiones y rindan cuentas sobre los impactos de estas. También, se deben revisar las experiencias de otras regiones, como la de la transición realizada en Islandia.
Romel cierra el evento indicando que somos parte de la naturaleza, y necesitamos retomar el equilibrio con la naturaleza, y buscar respuestas en la naturaleza misma.